martes, 7 de abril de 2009

Cuba……Atardecer en Playa Girón.



Desde Cárdenas, dependiendo del coche y del estado de la carretera, en un par de horas llegamos a Playa Girón. Con independencia de la parafernalia política que hay montada, con los carros de combate y demás propaganda antiyanqui, nos encontramos con una playa de un color azul y coral que invita al baño relajante mientras hacemos tiempo para visitar y comer en la Cienaga de Zapata próxima, donde evidentemente es mas valiosa la visita que la comida. Es el mayor humedal del Caribe insular con un espacio aproximado de unas trescientas mil hectáreas más de la mitad, está cubierto de bosques, y se calcula que dentro de ellos existen casi mil especies florales diversas, muchas de ellas son autóctonas.


Además de la presencia de más de cien especies de la fauna, doscientas de aves tales como la gallinuela de Santo Tomás y la Fermina, consideradas unas de las aves de hábitat más restringidos en todo el mundo, mamíferos, reptiles y gran variedad de anfibios e invertebrados. Además, en este municipio existe el mayor centro de reproducción de cocodrilos endémicos de Cuba, para garantizar la continuidad de la especie además de constituir un atractivo turístico. Por su singularidad, esta región fue declarada por la Unesco Reserva de la Biosfera. En la zona, podemos ver el trabajo de la famosa escultora Rita Longa, una réplica a escala natural de una aldea de taínos, primeros habitantes de la perla de Las Antillas.
Así con la visita, la comida y la siempre agradable sobremesa chismosa a la que pronto nos acostumbramos en Cuba, hacemos tiempo para gozar de cuando la tarde pone su punto y final cotidiano, con una puesta de sol única, donde parece que el astro rey es engullido por la mar océana a ritmo de son.

En definitiva, un momento y lugar ideal para relajarse con un Guayabita a palo seco mientras se relee “La spornosis en los tiempos del cólera” segunda parte de la tesis doctoral del afamado doctor Yllobre.